El pasado domingo junto a un grupo de amigos y los peques de todos decidimos ir a pasar el día al precioso pueblo de Valverde de los Arroyos, en Guadalajara. Forma parte de la ruta de la "arquitectura negra" de la zona, que viene del hecho de que las casas están construidas en pizarra. El resultado es encantador, parece un pueblecito antiguo. Hay sin embargo muchas opciones como pequeñas casa rurales con todas las comodidades. Nosotros optamos por hacer una comida al aire libre. Y claro, no dejamos de visitar las chorreras de Despeñalagua, una cascada natural de más de 80 metros de caída. Impresionante.

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