Me ha impresionado mucho conocer en vivo y en directo este monumento ancestral. Cierto es que no es el único en Inglaterra, pero sí el más importante de sus características.
Los enormes bloques que lo componen son de areniscas y, no se sabe muy bien cómo, fueron transportados en su día desde unas montañas que se encuentran al sur de Gales.
Los historiadores indican que se trata de un complejo de ritos y ceremonias, en realidad mucho más amplio. Se supone que su finalidad era de tipo religioso, aunque hay quien no descarta su aspecto de observatorio astronómico, pues en verano el sol sale justamente atravesando el eje de la construcción, una pasada si pensamos en su fecha de construcción.
Para llegar tendremos que recorrer unos cien kilómetros hacia el oeste desde Londres, en la llanura de Salisbury. La excursión, como todas, la podemos organizar por nuestra cuenta o bien en alguna excursión organizada: lo que está claro es que si eres amante de los misterios de la antigüedad, no te lo puedes perder!!!!
Nosotros fuimos a nuestro aire, así que cogimos en la estación de Waterloo un tren con destino a Salinsbury (cada media hora más o menos hay uno) e hicimos el trayecto (una hora y media, aproximadamente). Ya en la estación de Salinsbury buscamos los autobuses que salen para Stonehenge (salen cada hora).
Si podéis elegir, el mejor momento del día es el atardecer: tengo unas impresionantes fotos del momento.
Espero que vayáis si estáis por Londres, ya me comentaréis.

Publicado hace 13 años en Viajar por Europa > Reino Unido y Londres