Sube al Castillo de San Jorge y disfruta de la vista panorámica de la ciudad. Montate en el tranvia y recorre todos sus barrios y empinadas calles. Hay un parque que la gente visita poco y merece la pena, es el Parque de Eduardo VII, en tranvia es la parada de Marqués de Pombal. Los sábados por la mañana hay un mercadillo de artesanos. La cafetería en el centro del parque es el lugar ideal para escuchar los conciertos que alguan banda de musica ofrece en el templete.
Perfecto para pasear con niños.
El barrio Alto es para la noche, para cenar, tapear y disfrutar de las terrazas y una buena copa de vino. Lo malo es que hay muchos marroquies ofreciendote "chocolate" y a veces son un poco pesados. Pero pasando de ello lo solucionas.
No olvides ir al recinto de la Expo de Lisboa para ver la arquitectura de sus pabellones. Merece la pena.

Publicado hace 13 años en Viajar por Europa > Portugal