Llegamos a Haro para visitar la Bodega López de Heredia, más conocida como Viña Tondonia. Pregunté por Don Pedro López al que conocí hace más de 15 años cuando fuí a hacerle unas fotos con un fotógrafo francés. Me recibió muy amablemente su hija Maria José y me dijo que posiblemente lo encontrariamos en algún rincón de la bodega.Iniciamos la visita a una de las bodegas más importantes de España de la mano de su propietaria. Todo un lujo. Nos adentramos en la bodega toda, bajo tierra, pasillos y más pasillos, barricas y más barricas, botellas y más botellas que reposan para completar su crianza. Cada botella es una historia. Cubiertas de moho y telarañas hasta que salgan al mercado.También paseamos por sus viejo y grandes calados, que son los pasillo subterraneos donde están las barricas de los vinos de crianza y reserva. Maria José nos concede el privilegio de entrar en el cementerio, donde descansan en nichos escavados en la pared, de aqui su nombre, las añadas más siginificativas de la bodega y que solo su padre puede abrirlas o dar permiso para abrirlas. Las telarañas cubre la lampara y los nichos, un lugar indescriptible. Una vez terminado nuestro recorrido por la bodega subterranes subimos arriba y nos vamos a la tienda de la bodega que es un edificio ultra moderno en forma de frasca de vino diseñado por una arquitecta de reconocido prestigio: Saha Adid. Dentro probamos alguno de los vinos. A Don Pedro no lo encontramos. Tendré que volver a probar suerte en le próxima visita a Haro.

Publicado hace 13 años en Viajando por España > Norte, Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra y La Rioja