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Brisas del Mediterráneo

Luis

pullmantur Sovereign

Crucero “Brisas del Mediterráneo”

9-16 de junio de 2012

Lunes 11 de junio. La Goulette (7-14 h.). 7 horas

El histórico pueblo de pescadores y veraneantes locales de La Goulette -Halq al Wadi, en árabe; La

Goleta, en español- es el principal puerto de Túnez, situada 10 km. al sudoeste, y punto de partida de las

excursiones a Cartago y Sidi Bou Said (a 7 km.).

Contrariamente a lo que pudiera pensarse, el nombre de la ciudad nada tiene que ver con la embarcación

de idéntica denominación, ya que su nombre árabe significa gola del río. Según el diccionario de la RAE,

una “gola” es el canal por donde entran los buques en ciertos puertos o rías. Así que hace referencia al

canal que comunica el lago de Túnez con el mar abierto.

I. Situación del puerto

Recientemente, se ha construido una nueva y coqueta terminal de cruceros siguiendo las líneas de

la arquitectura musulmana más tradicional, con las consabidas tiendas de recuerdos y de artesanía

local. Antes de entrar (o de regreso al barco), uno se puede hacer una foto con un halcón o subido

en un dromedario, que no en camello (5 €).

II. Qué ver

• Sidi Bou Said

Lo mejor para descubrir los encantos de este pintoresco pueblecito -uno de los más visitados

del país- encaramado sobre la colina que domina Cartago y el lago de Túnez, con sus típicas

casas encaladas y las puertas y ventanas pintadas de azul, es perderse por sus calles y

plazas. La calle principal, toda ella cuesta arriba, está repleta de tiendas y de vendedores

ansiosos de mostrar sus productos. Al final, se halla el célebre Café des Nattes con su suelo

cubierto de esteras, y no muy lejos, siguiendo la calle de la derecha, el archiconocido Café

des Délices, inmortalizado por Patrick Bruel, parada obligada si uno quiere disfrutar de unas

espectaculares vistas sobre el Golfo de Túnez mientras degusta un té con piñones.

NOTA: Igual es mejor no tomar nada para evitar un posible problema estomacal.

• Cartago

Si quieres darte un paseo por la Historia con mayúsculas nada mejor que recorrer las ruinas

de esta antigua ciudad romana fundada por Augusto en el año 29 a.C. sobre los cimientos de

la antigua capital púnica, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.

En su época de máximo esplendor Cartago llegó a tener más de 400.000 habitantes, siendo

la segunda ciudad en importancia del Imperio. De sus edificios públicos todavía subsisten el

circo, el anfiteatro, el teatro de Adriano y, sobre todo, las termas de Antonino, situadas en un

lugar privilegiado junto al mar.

Toda la zona es hoy un barrio residencial de la vecina ciudad de Túnez, en el que se han

asentado varias embajadas extranjeras.

El mejor sitio para comenzar nuestra visita es el Museo Nacional de Cartago (1 dinar, unos

0,60 €), cerca de la catedral de Saint Louis de Carthage (siglo XIX), levantada a los pies de la

colina de Byrsa. Y luego ir al anfiteatro, uno de los mayores de su tiempo, las termas de

Antonino (Carthage Hannibal), el Tophet (Carthage Salammbo), de origen fenicio, el teatro

de Adriano, reconstruido no hace mucho tiempo y utilizado como sala de conciertos, las

villas, muy bien conservadas, los antiguos puertos, uno civil y otro militar, etc.

NOTA: Para acceder con la cámara de fotos es necesario pagar una “tasa” de 1 €.

Lo único positivo es que la misma es válida para el resto de sitios que se visiten (vgr.

el Museo del Bardo, único en su género).

• Túnez

El centro de la ciudad es relativamente fácil de conocer, ya que los principales lugares de

interés se hallan en el interior de la Medina, un laberinto de callejuelas y pasadizos de origen

medieval, atestados de comercios, tiendas de souvenirs y talleres de artesanía, declarada

Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (1981) y una de las mejor conservadas de todo

el mundo musulmán. Tenemos así la mezquita Ez-Zitouna, o del olivo, de época Omeya

(siglo IX); Souq el-Attarine, el mercado de especias y perfumes; la mezquita de Youssef

Dey (1616), la primera de estilo otomano; Souq el-Berka, el antiguo mercado de esclavos,

etc. Rodeando todo el conjunto se halla la ciudad moderna (ville nouvelle), atravesada por la

Avenida Habib Bourghiba, con edificios de estilo colonial de principios del siglo XX, entre

los que se encuentra la catedral de San Vicente de Paúl, con su curiosa mezcla de estilos.

III. Cómo llegar

Túnez cuenta con una moderna red de metro ligero (tranvía), así como con una línea de cercanías

(TGM) que conecta la capital con los barrios periféricos (La Goulette, Sidi Bou Said, Cartago y

Marsa), con la frecuencia de un metro (cada 5 minutos, más o menos).

La estación de La Goulette se encuentra a unos diez minutos andando, cerca de la Municipalité. El

billete cuesta 0,65 dinares aproximadamente (0,40 € al cambio).

NOTA: Solo se puede pagar con la moneda local. El problema viene porque las oficinas de cambio

y los bancos no abren hasta las 8 de la mañana. Y tampoco te cambian en la recepción de los

hoteles como antaño.

Lo ideal es visitar primero Sidi Bou Said (Sidi Bou Said), a la vuelta Cartago (Carthage Hannibal) y

dejar Túnez (Gare TGM Metro) para el final, si tenemos tiempo y/o ganas.

En este último caso, basta con salir de la estación central y andar unos 400 metros por la Avenida

Habib Bourguiba hasta la Puerta del Mar (Bab el Bahr), más conocida como la Puerta de Francia,

que da acceso a la Medina.

NOTA: Si se regresa al barco en tren desde Túnez hay que bajarse en La Goulette por mucho que

desde la estación anterior (Le Bac) aquél esté a la vista.

IV. Temperaturas

Martes 12 de junio. Nápoles (9-20 h.). 11 horas

Dado que ya “conocemos” Nápoles (lunes 6 de junio de 2011. Esplendor del Mediterráneo), lo mejor sería

acercarse a Pompeya (a 20 km.) y dejar la isla de Capri para mejor ocasión.

I. Situación del puerto

Como muy bien sabemos, la Stazione Marittima se localiza en el centro de la ciudad, junto al Castel

Nuovo. Una ubicación ideal, muy agradecida por todos nosotros, “sufridos” cruceristas.

II. Cómo llegar a Pompeya

Lo más sencillo y económico es en tren, con la línea Circumvesuviana Napoli-Sorrento. El viaje

dura alrededor de 40 minutos, ya que se efectúan varias paradas.

La estación (Terminale Circumvesuviana) está en Corso Garibaldi, a unos 500 metros de la Stazione

Marittima, según se sale a la derecha.

Allí hay que adquirir “due biglietti UnicoCampania” (2,80 € c/u), uno para la ida y otro para la vuelta.

Es importante indicar que vamos a Pompeya porque el importe varía en función del destino final.

Y no debemos olvidar tampoco validar el billete antes de acceder al andén.

Nuestra parada es Pompei Scavi Villa dei Misteri, que te deja justo al lado de la puerta de acceso al

yacimiento arqueológico.

III. Qué ver

+ info: Arte e Historia de Pompeya. Edición española. Bonechi. Florencia, 2002.

Italia. Guías visuales El País Aguilar. Madrid, 2009. 12ª ed. Págs. 494 y 495.

www.pompeiisites.org.

A pesar de que a día de hoy la zona visitable es considerablemente menor que hace unos años,

es mucho todavía lo que hay abierto al público, nada menos que 150.000 m2,, o lo que es lo mismo

15 ha. Son muchos los edificios que uno no debe perderse, pero el secreto de Pompeya radica en

vagar por sus calles y sentir el peso de la Historia.

Nada mejor por tanto que armarse de un buen plano (al entrar te dan uno), una buena guía (allí

mismo se puede coger de forma gratuita la guía de visitas de la audioguía, con los mismos textos

que ésta) y recorrer el yacimiento a tu aire. O alquilar una audioguía (6,50 €, una; 5 €, cada unidad

si coges varias) si no quieres leer y prefieres que te lo cuenten.

Horario: 8:30 a 19:30 h.

Entrada: 11 € aprox.

Recomendaciones: calzado cómodo, gorra y/o sombrero, protector solar, y agua.

IV. Temperaturas

Miércoles 13 de junio. Civitavecchia (8-19 h.). 11 horas

III Aniversario de boda de los Sres. Ubierna-Cordón

Además de escala de nuestro crucero, Civitavecchia (52.000 hab.) es un puerto con gran movimiento de

viajeros. Considerado el puerto natural de Roma, se localiza sin embargo a 85 kilómetros al noroeste de

la Ciudad Eterna, esto es, a una hora de viaje en autobús. Algo menos en tren.

Conclusión: paliza de viaje para no ver nada o casi nada. Aunque como dice el refrán castellano menos

da una piedra.

¿Qué hacer entonces?, that is the question.

Descartado por razones obvias adentrarse en el corazón de la misteriosa civilización etrusca (Tuscania,

Tarquinia, Vulci, Viterbo o Cerveteri), o subirse en el autobús turístico “Civitavecchia Tour” que recorre los

principales puntos de interés de la antigua Centum Cellae, lo mejor es callejear y dejarse sorprender por

esta ciudad del Lazio.

I. Situación del puerto

+ info: www.port-of-rome.org

Los muelles donde atracan los cruceros se localizan un poco lejos del centro, por lo que existe un

servicio gratuito de autobuses lanzadera que en cinco minutos escasos te dejan justo al lado del

Forte Michelangelo (siglo XVI) -aunque no fue Miguel Angel su arquitecto, sino Bramante; aquél

solo diseñó la torre del homenaje (Maschio) de forma octogonal-.

II. Qué ver

+ info: www.civitavecchia.com

Forte Michelangelo

Construido por orden del Papa Julio II para

defender el puerto de los ataques de los

piratas. La primera piedra de esta maciza

fortaleza se colocó el 14 de diciembre de

1508, si bien las obras no finalizaron hasta

1535, bajo el pontificado de Pablo III y la

dirección de Giuliano Leno y Antonio de

Sangallo el Joven. Se trata de un gran

cuadrilátero de 100 x 82 m con cuatro torres

angulares de 21 m de diámetro -San

Colombano; Santa Ferma, que cobija una

capilla dedicada al patrón de la ciudad; San

Sebastiano, bajo la que existe un túnel para

abandonar secretamente el bastión; y San

Giovanni-, y una torre del homenaje de

forma octogonal. Junto a la entrada principal

todavía es visible una inscripción señalando

la obligación de dejar las armas antes de

acceder al interior. Todo el conjunto se

asienta sobre una gran edificio de tiempos

de Trajano, quizás un barracón de los

“classiari” (marineros) de la marina imperial.

Porto Antico

Proyectado por el arquitecto Apolodoro de

Damasco en torno al año 106 d.C. para dar

cumplimiento a los deseos del emperador

Trajano de contar con una importante base

naval. Se trata de una piscina de 500 m de

circunferencia y dos muelles de 400 m de

largo con dos torres en sus extremos

(Bicchiere y Lazaretto). Los Papas no

alteraron tiempo después su estructura

limitándose a embellecerlo con nuevas

edificaciones -el arsenal, proyectado por

Bernini (1600); el faro (1616); el fuerte

Gregoriano (1800), así llamado por Gregorio

XVI-, aunque poco o nada queda de su

pasado esplendor tras los bombardeos

sufridos durante la II Guerra Mundial.

Fontana Vanvitelli

Calata P. Tommaso

Erigida enteramente en mármol (1743) no

muy lejos del Forte Michelangelo, toma su

nombre de su autor, el arquitecto e ingeniero

Luigi Vanvitelli (1700-1773), artífice asimismo

del Palacio Real de Caserta. Se halla inserta

en la parte central de la muralla de Urbano

VIII y representa la cabeza de un viejo fauno

de cuya boca fluye el agua.

Cerca se sitúa la monumental Porta Livorno

(1761), abierta a instancias de Clemente XIII

para facilitar el tránsito de personas entre el

puerto y la ciudad.

La Rocca

Barchina di San Teofanio

Casi enfrente se yerguen aún orgullosos los

restos de esta antigua fortaleza de origen

medieval, erigida sobre los cimientos de un

depósito romano anterior. Durante la II Guerra

Mundial sufrió serios daños, habiendo sido

recientemente restaurada y destinada a fines

museísticos.

Il Pirgo

Recibe este nombre la islita sobre la que a

mediados del siglo XIX se erigieron dos

animados balnearios. Destruido en varias

ocasiones debido a las altas mareas, ha sido

recientemente restaurado (1997-1998). Su

nombre deriva de los Pirgi, el pueblo que

habitaba estas tierras antes de la llegada de

los romanos.

Cattedrale di San Francesco

Piazza Vittorio Emanuele

En 1769 el papa Clemente XIV encargó al

arquitecto e ingeniero Francesco Navone la

ampliación de la pequeña iglesia franciscana

existente en este mismo lugar desde 1610.

Navone diseñó un templo con planta de cruz

latina, a cuya nave central se abren diversas

capillas laterales con altares y pinturas,

incluida una Natividad adscrita a la escuela

de Domenichino. Consagrada en 1782, fue

parcialmente destruida durante la II Guerra

Mundial y reconstruida siguiendo su diseño

original.

Chiesa dei Santi Martiri Giapponesi

Largo San Francesco d'Assisi

Construida por la Orden franciscana (1864)

en memoria de los 27 hermanos asesinados

en Nagasaki (Japón) el 5 de febrero de 1597.

Su interior se decora con frescos del pintor

japonés Lucas Hasegawa. Justo enfrente de

la fachada principal se yergue una colosal

estatua de San Francisco de Asís.

Bastione medievale

Vía Colle dell'Olivo

La Porta dell'Archetto da paso a la Piazza

Aurelio Saffi, que conserva restos de la vieja

muralla levantada por Antonio de Sangalllo

en 1515 por mandato de León X. Y en su

confluencia con la Vía Colle dell'Olivo, este

imponente bastión inserto en un edificio de

viviendas.

Terme Taurine

Localizadas al norte de Civitavecchia, en la

carretera de Tolfa, su nombre proviene de la

antigua población etrusca de “Acquae Tauri”,

cuyo origen legendario se atribuye al mismo

Júpiter, quien bajo la forma de un toro hizo

un hoyo con una de sus patas delanteras del

que surgieron las aguas. El primer complejo

termal data de época republicana, si bien fue

el emperador Adriano (123-136) quien erigió

la mayor parte de las construcciones en los

alrededores, según Plinio, de la suntuosa

villa levantada por Trajano pocos años antes.

Magníficamente conservado, el yacimiento

ocupa una superficie de más de de 20.000

m2, siendo uno de los más extensos de todo

el Imperio.

Terme della Ficoncella

Ubicadas también al norte de la ciudad, muy

cerca de las conocidas Terme Taurine, son el

lugar idóneo para relajarse tras un agotador

día de visita turística. Su nombre deriva de

las higueras (fico) existentes desde tiempos

inmemoriales entre las distintas piscinas.

Horario: 8 a 20 h.

Entrada: 0,52 €.

Santuario della Madonna di Pantano

A unos 7 km. al norte de Civitavecchia, en

dirección a Tarquinia, se alza este sencillo

santuario mariano que atrae cada año a

miles de fieles, ya que custodia la pequeña

estatua de yeso de la Virgen de Medjugorie,

conocida popularmente como la Madoninna,

que el 2 de febrero de 1995 lloró sangre en

el jardín de la cercana villa de los Gregori.

Cómo llegar: Autobús ETM Línea E desde Piazza

Vittorio Emanuele.

III. Cómo moverse

Ya lo dice el refrán castellano: en el coche de San Fernando, un ratito a pie y otro caminando.

Eso sí. Tranquilamente, sin prisas. Solo así llegaremos realmente a empaparnos del espíritu de la

vieja Centum Cellae, centralizado en Piazza Leandra, auténtico corazón de la ciudad medieval.

IV. Temperaturas

Jueves 14 de junio. Livorno (8-19 h.). 11 horas

Desde hace algunos años el antiguo Portus Liburni (160.000 habitantes) se ha convertido en uno de los

más visitados por los cruceros que recorren el Mediterráneo, ya que su cercanía a Pisa (22 km.), Lucca

(51 km.) y Florencia (95 km.) hace de él el punto de partida ideal para conocer los múltiples encantos

que todas aquéllas atesoran.

Aunque esta ciudad toscana, capital de la provincia homónima, tiene mucho más que ver de lo que a

primera vista pudiera pensarse, tal y como tendremos ocasión de descubrir.

I. Situación del puerto

Si bien los cruceros más pequeños atracan en el denominado Porto Mediceo, muy cerca del centro,

lo más habitual es que los cruceros atraquen en la zona industrial. Motivo por el cual, existe un

servicio de autobuses lanzadera hasta la Piazza Municipio (5 €).

Allí mismo hay una oficina de turismo para armarse de mapas y folletos varios.

II. Qué ver

+ info: www.livornoinbatello.info

A pesar de que Livorno no cuenta con un gran centro monumental, hay calles como la Vías Cairoli,

Ricasoli o Goldini, todas ellas en las inmediaciones de Piazza Grande, o la opulenta Piazza della

Reppublica, donde es posible admirar un notable conjunto de edificios decimonónicos.

Sin embargo, lo más destacable es la densa red de canales existente conocida en toda Italia como

la “pequeña Venecia”, que continúa siendo navegable y constituye una forma original y diferente de

recorrer la ciudad. El hecho de que la urbe se erigiese sobre un terreno pantanoso motivó que los

distintos barrios se hallasen separados entre sí por diversas lenguas de agua, lo que hizo necesario

acometer su canalización. Surgió así en el centro el Fosso Reale, un hermoso canal del siglo XVI,

con su célebre puente conocido como il Voltone, o los llamados Fossi Medicei en Venezia Nuova.

Este último conserva muchos edificios religiosos y civiles del siglo XVIII, como los Bottini dell'Olio,

una espectacular construcción abovedada para almacenar el aceite de oliva.

Horario: 10:30, 11:30, 12:30, 14:30 y 15:30 (máximo 38 personas).

Precio: 10 €.

Punto de embarque: Piazza della Reppublica.

Duración: 60 minutos aprox.

Fortezza Vecchia

Imponente construcción de forma poligonal

rodeada por las aguas del Porto Mediceo,

diseñada por Antonio de Sangallo. Llama la

atención el torreón circular (siglo XI). En su

interior se conservan las ruinas de un viejo

castrum romano.

Quattro Mori

Piazza Micheli

Frente a la maciza Fortezza Vecchia se alza

esta estatua de Fernando I de Médici, Gran

Duque de Toscana, realizada por Giovanni

Bandini en 1595, que se ha convertido en el

símbolo de Livorno. Su nombre deriva de las

cuatro figuras de bronce que Pietro Tacca

añadió en 1626.

Chiesa di Santa Caterina da Siena

Piazza dei Domenicani

+ info: www.chiesadisantacaterina.it

Construida en el siglo XVI en pleno barrio de

Venezia Nuova. Su maciza torre de 63 m. de

altura, visible a notable distancia, es uno de

los puntos más altos de la ciudad. El interior

de planta octogonal se decora con elegantes

estucos del siglo XVIII y una gran cúpula, la

única completamente cubierta de pinturas de

todo Livorno. Entre sus tesoros artísticos

sobresale “La Coronación de la Virgen”,

un excepcional lienzo de 4 m. de alto pintado

por Giorgio Vasari (1511-1574) en 1571,

tenido por todos los expertos como el único

salido enteramente de su mano.

Horario: 11-12 h.

Chiesa di Santa Giulia

La pequeña iglesia dedicada a la patrona de

la ciudad se alza muy cerca del Duomo. Las

obras se iniciaron en 1602 y finalizaron poco

tiempo después. En su fachada principal se

echan en falta las estatuas de San Pedro y

San Pablo, actualmente en restauración. El

interior, precedido de un atrio, tiene planta de

salón. A través de una puerta lateral se

accede al oratorio de San Ranieri, patrono

de la diócesis, y al Museo de Santa Giulia,

donde se conserva una tabla con la figura de

la santa de la escuela de Giotto (siglo XIII).

Cisternino

Piazza Guerrazzi

Elegante edificio neoclásico construido en la

primera mitad del siglo XIX para garantizar

el suministro de agua al centro de Livorno.

Duomo

Piazza Grande

Levantada en 1587, hubo de ser reconstruida

tras los daños sufridos durante la II Guerra

Mundial. Su fachada principal se atribuye al

arquitecto inglés Inigo Jones (1573-1652),

responsable también de Covent Garden. En

el interior se conservan obras de Andrea del

Sarto, entre otros artistas italianos.

Sinagoga

Piazza Bernamozegh

Concluida en 1962 según los planos de

Angelo di Castro, se alza sobre el solar que

ocupaba otra más antigua erigida en los

primeros años del siglo XVI, parcialmente

destruida durante la II Guerra Mundial.

Mercato Centrale

Vía Buontalenti

Elegante edificio neoclásico que por fortuna

no fue alcanzado por ninguna bomba durante

la II Guerra Mundial, y que ofrece lo mejor

de la rica gastronomía livornesa.

Horario: 6-14 h.

Piazza della Reppublica

Soberbio ejemplo de plaza-puente, con más

de 200 m. de largo. Construida en 1838, es

popularmente conocida como il Voltone, o

por su nombre anterior de piazza dei

Granduchi, debido a las dos estatuas de

Leopoldo II y Fernando III de Lorena

dispuestas en los extremos.

Fortezza Nuova

Edificada en el siglo XVIII, si bien parte fue

demolida para ampliar el barrio de Venezia

Nuova. Actualmente es un agradable parque

público.

Cisternone

Piazza del Cisternone

Antiguo depósito de agua de estilo neoclásico

diseñado en la primera mitad del siglo XIX

por Pasquale Poccianti y destinado hoy en

día a usos culturales.

Terraza Mascagni

Una suerte de elegante malecón junto al

animado paseo marítimo (Vía Italia) con

vistas al mar y a las islas de Elba, Capraia y

Gorgona, e incluso Córcega en los días más

claros.

III. Cómo moverse

Caminando. La única manera de “conocer” Livorno es pasear por sus calles y plazas. Sin prisas.

Sin olvidarse de reservar una horita para montarnos en el batello “Libur” y recorrer los canales.

No te arrepentirás.

NOTA: Si quieres impregnarte un poco de “livornesitá”, nada mejor que tomarse un ponce, mezcla

de café y ron caliente, probar la torta di ceci (garbanzos) o degustar il caciucco, la típica sopa de

pescado y mariscos.

IV. Temperaturas

Viernes 15 de junio. Villefranche-sur-Mer (7-15 h.). 8 horas

Esta pequeña localidad de la mundialmente célebre Costa Azul se ha convertido en la puerta de entrada

ideal a las vecinas ciudades de Niza y Cannes, así como al Principado de Mónaco. Su preciosa y amplia

bahía de aguas tranquilas, a resguardo de los vientos, proporciona a los grandes cruceros el espacio que

necesitan para fondear, pues no les es posible atracar en los puertos cercanos.

El desembarco se produce por tanto haciendo uso de las botes al estilo de lo ya vivido en Dubrovnik. Así

que habrá que espabilar para ser de los primeros en acudir a la discoteca Zoom (cubierta 8) para coger

número).

I. Situación del puerto

El coqueto puerto pesquero de la Santé es el destino de los botes, justo en el centro de la ciudad.

Aquí mismo hay una oficina de turismo.

Al lado se halla la capilla de St. Pierre, patrón de los pescadores, con pinturas de Jean Cocteau.

II. Qué ver

Villefranche (7000 hab.) es una ciudad muy agradable para pasear o tomar algo en sus terrazas y

disfrutar de las vistas de la bahía. Es posible visitar la ciudadela de Saint Elme, construida a

mediados del siglo XVI para defenderse de los piratas berberiscos, pasear bajo los imponentes

arcos de origen medieval de la rue Obscure o deleitarse con los escaparates de las tiendas de la

rue Poilu. Pero abogamos por acercarnos a conocer el glamour de Mónaco.

III. Cómo llegar a Monaco

Lo mejor es en tren. La estación se encuentra a unos diez minutos andando. Al salir de la estación

marítima hay que girar a la derecha y caminar por el Quai Courbet hacia el fondo de la bahía

(enseguida veremos los trenes pasar por encima de la carretera). A la altura de donde empieza la

playa hallaremos a nuestra izquierda unas escaleras. Las subimos, pasamos por debajo de las vías

y voilà. El billete de 2ª clase cuesta 2,70 € por trayecto y hay que validarlo antes de subir en la

máquina dispuesta a tal fin nada más salir al andén (Direction Vintimille). Aunque Mónaco está muy

cerca, el viaje dura unos 15 minutos, ya que las vías van bordeando la costa por una zona muy

escarpada.

Horario: de 8:01 a 0:44 h., cada 30 min. (según reza un cartel sito en la propia estación marítima).

NOTA: Llevar monedas sueltas para poder adquirir el billete en la máquina automática.

IV. Qué ver

+ info: www.visitmonaco.com

Para comenzar nuestra visita hemos de bajarnos del tren en la espectacular estación subterránea,

inaugurada en diciembre de 1999, y salir por Av. Prince Pierre, aunque cualquiera de las salidas es

un buen punto de partida dado el reducido tamaño de la Ciudad-Estado.

El territorio actual de Mónaco comprende 195 hectáreas (1,95 km2) y se divide en siete barrios: Le

Rocher, centro histórico de la ciudad; Fontvieille, ganado al mar; el barrio del Jardín Exótico, en las

alturas; La Condamine, rodeando el puerto deportivo; Monte-Carlo, el barrio del Casino y la Opera;

La Rousse, hasta la frontera con Italia; y Larvotto, el más cercano al Mediterráneo.

El descubrimiento del Principado puede hacerse según múltiples y variados puntos de vista, con

originales itinerarios que ofrecen un atractivo añadido, como el dedicado a Grace Kelly o el Paseo

de los Campeones, al lado del mar entre el Jardín Japonés y el Grimaldi Forum Monaco, con las

huellas de los pies de los más famosos futbolistas.

Palacio Principesco

Place du Palace

+ info: www.palais.mc

Erigido en el emplazamiento de una antigua

fortaleza construida por los genoveses en

1215, su visita constituye un viaje a través

de los siglos, desde el Renacimiento hasta

la época napoleónica. De su interior destacan

el Patio de Honor, con su escalera de doble

tramo, la suntuosa Galería de Hércules, los

Grandes Apartamentos y el Salón del trono.

La plaza, con sus cañones, regalo de Luis

XIV, y una estatua de bronce de Rainiero I,

a la que los monegascos dan el nombre de

“Malizia”, constituye un privilegiado mirador.

De ella parten varias callejuelas repletas de

tiendas para turistas (unas 50).

Horario: 10 a 18 h, todos los días.

Entrada: 8 € aprox. (incluye audioguía).

Duración de la visita: 30 minutos.

Cambio de guardia: 11:55 h. en punto.

Catedral

Colonel Bellando de Castro, 4

+ info: www.cathedrale.mc

Construida en estilo bizantino entre 1875 y

1884 con piedra blanca de la Turbie. Se

levanta sobre los cimientos de una iglesia

anterior dedicada a San Nicolás (siglo XIII).

En ella reposan los restos de los soberanos

monegascos, incluidos Rainiero III y Grace

Kelly. De particular interés es el retablo

situado a la derecha del transepto, pintado

alrededor de 1500 por Luis Brea de Niza, el

altar mayor y el trono episcopal, realizado

en mármol de Carrara.

Horario:

Entrada: Gratuita.

Museo Oceanográfico y Acuario

Avenue Saint-Martin

+ info: www.oceano.mc

Como si de un buque anclado en la roca de

los Grimaldi se tratara, este centenario museo

levantado también con piedra blanca de la

Turbie -con cuatro mil especies de peces y

más de 200 familias de invertebrados-, tiene

siempre la mirada fija en el mar, al cual está

enteramente dedicado. Frente a él tiene su

parada el trenecito turístico “Mónaco Tours”,

que en poco más de media hora recorre los

principales puntos de interés del Principado

(8 € aprox.).

Puerto de Hércules

También llamado de la Condamine, ya que

se halla en dicho barrio. Es principalmente

un puerto deportivo -aquí atracan los lujosos

y espectaculares yates-, aunque en 2002 se

amplió con la construcción de un dique y

una contra-escollera. Junto al auditorium

Rainiero III se localiza el famoso túnel que

forma parte del circuito urbano en el que

desde 1929 se disputa ininterrumpidamente

el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1.

No demasiado lejos se encuentra el centro

comercial de La Condamine (alrededores de

la Place d'Armes).

Casino de Montecarlo

Place du Casino

+ info: www.casinomontecarlo.com

Inaugurado en 1863 y ampliado por Charles

Garnier quince años más tarde, quien añadió

además una Opera similar a la construida

por él mismo en París (1875). Tras subir la

monumental escalera de mármol, se accede

al Atrio pavimentado también de mármol,

rodeado de veintiocho columnas jónicas de

ónice, que da paso a su vez a la Opera. Los

salones de juego constituyen un extenso

conjunto de salas en hilera con vidrieras de

colores, decoradas de forma admirable con

esculturas, pinturas alegóricas y lámparas

de bronce. La oferta de juego es única en el

mundo, aunque lo más curioso de todo es

que los monegascos tienen prohibida la

entrada.

Es interesante rodear el casino para admirar

los jardines y la famosa curva de Loews

(ahora del Grand Hotel), que forma parte del

circuito urbano en el que se disputa el Gran

Premio de Mónaco de Fórmula 1.

En la misma plaza se levanta el exclusivo y

lujoso Hôtel de París, inaugurado en 1864.

Horario: a partir de las 14 h.

Entrada: 10 € aprox. (Salones europeos).

20 € (Salones privados).

Se exige chaqueta y corbata).

Duración de la visita: 30 minutos aprox.

Jardin Exotique

Boulevard du Jardin Exotique, 62

+ info: www.jardin.exotique.mc

Este auténtico edén inaugurado por Luis II

en 1933 a partir de una colección botánica

iniciada en los albores del siglo XX, permite

admirar más de mil especies diferentes de

cactus y otras muchas plantas suculentas de

formas improbables y floración exuberante.

Acondicionado en una ladera de paredes

rocosas, ofrece además espectaculares

vistas del Principado y de las vecinas costas

francesa e italiana. Recorriendo sus idílicos

senderos toparemos con la espectacular

Gruta del Observatorio, una gran cavidad

natural a 60 m. bajo tierra, con estalactitas y

estalagmitas conformadas durante miles de

años, y el no menos interesante Museo de

Antropología Prehistórica.

Horario: 9 a 19 h.

Entrada: 7 € aprox.

Duración de la visita: 2 horas.

V. Cómo moverse

Andando. Muchas de las calles de la Roche son peatonales.

De todos modos, y por si fuera necesario, Mónaco cuenta con un excelente servicio de autobuses

urbanos.

 

07/03/2014 15:05:19

Publicado hace 12 años en Viajando por África > Egipto

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