Es, sin duda, uno de los lugares más bonitos donde me he alojado. Lujo e historia. Se encuentra a 2 km de Burgos, es decir a unos 5 minutos en coche, en la Carretera de Madrid-Irún (en el kilómetro 235, para ser más exacto). Uno de los empleados me explicó que surgió de una pequeña torre de defensa del siglo XIV que fue reconstruída por una familia, que es la misma que aún gestiona el hotel. Es en dicha torre donde se encuentran la mayoría de las habitaciones. La piscina tiene un diseño muy original, es perfecta para pasar una buena tarde. Para comer o cenar hay millones de opciones: las chuletitas de cordero y el chuletón de buey estaban deliciosos. También nos encantaron las albóndigas de bacalao. Como postre, recomiendo los canutillos con crema templada y el pastel de chocolate con cerezas. Por su cercanía con Burgos, es aconsejable trasladarse hasta allí y visitar la catedral. Si alguien se anima a alojarse en Landa puede tener claro que no se va a arrepentir.

Publicado hace 12 años en Viajando por España > Centro, Madrid, Castilla y León, Castilla La-Mancha