Una breve introducción antes. Soy de Santiago de Compostela y el en colegio siempre me han enseñado todo lo referente a la catedral y al camino. A mi me encantaba, y me sigue gustando, aprender que de diferentes culturas siempre hay peregrinaciones y cultos diferentes. Resumiendo, me gusta estudiar las religiones. Ahora ya si, cuento mi experiencia en Canterbury. Si, Canterbury. Fui con una amiga y ninguna de las dos conocía nada acerca de esta ciudad. Yo, por mi parte, busqué información turística y cultural. La sorpresa fue que Canterbury es unos de los lugares más importantes de peregrinación, ¡con razón veía después tantos peregrinos por las calles! La catedral es sencillamente impresionante, demasiado capitalizada, aunque para mi curiosidad no había límites. La visita a la catedral fue el cuarto día de estar allí. Al llegar a la residencia después de la excursión, al fin pude matar mi curiosidad. Busqué más información, y encontré lo que buscaba. Entre sus paredes medievales, la catedral se ha convertido en el centro religioso de toda Inglaterra. ¡La autenticidad de lo único! Y este es, otro punto en común con la de Santiago. También supe que la habían declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988, y la de Santiago en 1985, sólo tres años antes. Y que el arzobispo de Canterbury (Rowan Douglas Williams, de Gales) es el cabeza de la Iglesia en Inglaterra. Don Antonio María Rouco Varela, antiguo arzobispo de Santiago, actual de Madrid, es gallego. Y, viendo similitudes entre Canterbury y Santiago, o sus arzobispos más reconocidos tengo que decir: siento a Canterbury como ciudad hermana y ahora sabiento todo lo que sé, me gustaría volver para estudiarla con más detenimiento. Sin duda, este viaje ha marcado mi vida por completo y recomiendo la ciudad, indudablemente. Su espíritu medieval eclipsa a cualquier persona.

Publicado hace 13 años en Asia > Asia Central