Este pueblecito forma parte de la "arquitectura blanca" típica de Granada, de la que se encuentra muy cerca. Vale mucho una visita porque en sus calles, monumentos y edificios históricos se siente su herencia de la Edad Media y árabe posterior; de hecho Víznar fue uno de los últimos pueblos en regresar a manos de los castellanos. Desde lo alto se observan las vistas preciosas del Parque Natural de la Sierra de Huétor, que también merece la pena ser visitado. Se come de cine, es un sitio famoso por su pan y entre los mejores platos para degustar están la tortilla de collejas, el potaje molinero y la olla de San Antón. Cerca de Víznar estuvo retenido y luego asesinado Federico García Lorca y hay una placa y un olivo que así lo recuerda.

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