Normalmente para ir a Marruecos hay que coger el barco en Algeciras. Por intereses comerciales de mi empresa en ese país, y desde hace aproximadamente un año, yo viajo al norte de áfrica cada quince días. La última vez debido al fuerte temporal de levante en la zona del estrecho, no fue posible hacer la travesía, así que no me quedó más remedio que quedarme varado en la ciudad de Algeciras hasta que amainara el temporal. Duró tres días el fuerte oleaje y mientras tanto me dediqué a visitar la ciudad y la zona que hasta ahora para mí simplemente había sido una ciudad puente de paso para llegar a mi objetivo. Algeciras, por su ubicación geográfica, tiene una importante historia a sus espaldas. Aunque al parecer fundada por los romanos, su nombre proviene del árabe y significa "Isla Verde", sus calles y plazas rezuman ese trasiego de civilizaciones a lo largo de tanto tiempo, con unas mezclas en sus gentes y unos comportamientos muy propios y diferentes del resto de ciudades. Su puerto es uno de los más importantes del mundo en tráfico de mercancía y hay épocas en que el servicio de transbordadores con el Norte de Africa se lleva a cabo durante las 24 horas del día. Además de estar conectada con Ceuta y Marruecos, Barcelona, Portugal y Sudamérica. Todo esto hace que sea una ciudad moderna y evolucionada que ofrece a los visitantes rincones de gran belleza. Tiene una gran variedad de restaurantes donde se puede degustar un magnífico pescado y unas buenas playas como son la del Rinconcillo y la de Getares, también cuenta con una buena infraestructura hotelera. Gracias al viento de levante pude descubrir una ciudad que me cautivó.

Publicado hace 13 años en Viajando por España > Sur: Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla